La vida y el Lego -o el Tente- tienen muchas cosas en común. Partes de piezas que vas montando con mayor o menor criterio y la construcción se va haciendo más grande. Si al cabo de un tiempo no te gusta el resultado, la opción de desmontarlos existe, pero el riesgo de que las piezas vayan gastándose y cada vez ajusten peor es también una realidad a tener en cuenta.
martes, 9 de noviembre de 2010
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