Hoy está siendo uno de los días más especiales que recuerdo. Ha vuelto el sol, el calor, la playa, ha vuelto el verano que la primavera nos robó las última semanas. Vamos a desvariar:
Decido que quiero seguir viviendo en Barcelona pero que quiero un trabajo que me haga viajar. Si dicen que lo que se desea es lo que se consigue, a por ello vamos.
Es genial cumplir años porque te quita la presión de ser la más bonita del baile, como dicen en los USA.
He perdido el peso que quería perder, ahora toca fibrarse un poco. Sin prisa pero sin pausa.
Mi casa olía a esencia de melón, ahora la he mezclado con esencia de canela y estoy flipando de gusto -o será el Verdejo de oferta del Opencor que está de puta madre?- O los macarrones integrales con sofrito con chorizo que me he hecho ahora que no tengo que pensar "en vegetariano". Me la suda la razón, disfruto y punto.
Como me repugna el sistema de esclavitud china, jamás compro en "un chino" a no ser con una condición: robarles algo de valor igual o superior a lo comprado. Así, he comprado dos quemadores de esencias y cuatro esencias: melón, canela, sándalo y "especial Madagascar". Precio total, 4,50 euros. Contrapartida: unas tijeras para la cocina de 5 euros. Sin piedad, estoy en un momento en que me lo permito todo.
No pienso lamerme heridas, si he de lamer algo que sea una buena polla que me dé gusto, así de claro y así de sincero. Pasar de los 40 te da el derecho, Y EL DEBER, de hacer que la segunda parte de tu vida sea mejor que la primera, sobre todo si esta última no ha sido especialmente buena. No hay tiempo para duelos o lutos innecesarios, no hay tiempo que perder, día que pasa es día que no vuelve.
Antes roto que doblarme. Ya no bailo con princesas. Te dije que no pretendía cambiar tu vida, yo no hago cosas normales. Es un pacto sin firmar, mira que te lo advertí! (parafraseando a Alejandro Sanz).
La vida sigue, y la vida es hoy, es ahora, así que es el ahora lo que debe continuar.
He roto el bloqueo que tenía con el alemán tras haberlo estudiado durante muchos años y haber olvidado casi todo. He conjugado el sol y la playa con las preposiciones alemanas -jodidas para un hispanoparlante-, pero también he visto que mi memoria cristalizada funciona. Quien no sepa lo que es la memoria cristalizada y esté intersado/a, que lo busque.
He pedido un cigarrillo a una chica extranjera preciosa que compartía mesa con su novio en una terraza de la Avda. Mistral y me ha dado dos porque "normalmente no me los piden así". Eran dos Vogue mentol que no conocía -yo fumaba mentolado-, finos, femeninos, suaves e intensos, como ella. Su última frase ha sido "la belleza es efímera". La mía "sólo la externa".
Viva el sol, viva mi bici, vivan las técnicas de respiración-meditación, viva el sol y los protectores solares. Viva yo y mis 42 años.
El que de ajeno se viste en la calle lo desnudan, dice el refrán. Lo mismo pasa con los amigos prestados. Leyes de vida.
Por favor, que esto dure, me lo merezco, y solo dios -si existiese-, sabría cuánto.
Decisión del día: si llego a tiempo a la convocatoria me presento al B2 de alemán, el nivel mínimo que te piden para currar con alemanes. Me jode haber tenido nivel de C1 y ahora no llegar a A2. Quién no sepa de que hablo que lo busque o que pase párrafo.
Me estoy fumando el tercer cigarrillo en cinco días. Una vez decidido que el Champix es puro placebo y haber devuelto la caja de continuación para dos semanas por el módico precio de 60 euros, si la gente se compra parches de nicotina para llevar el mono -el parche hace que la nicotina llegue al cerebro a través del torrente sanquíneso sin pasar por los pulmones-, pues yo me fumo un "cigarrillo parche" y me quedo más ancho que largo, i.e., oblongo.
Me voy a la ducha, ya seguiré desvariando. De momento me gusta haber recuperado el escribir para mí y para quien quiera leerme.
